Contenido
- Introducción
- Aplicaciones
- Casos de estudio
- Conclusión
Introducción
Prácticamente todas las piezas de plástico que se usan en la vida cotidiana, desde las carcasas de los móviles hasta los botones de la radio de un coche, se fabrican de la misma manera: mediante un proceso industrial de moldeo por inyección. El moldeo por inyección es un proceso inventado en el siglo XIX y modernizado a mediados de los años 50 en el que se funden gránulos de plástico para después introducirlos en un molde hueco, donde se enfrían y se endurecen hasta adquirir su forma final. Cuando el molde se abre, el producto final se retira y el molde se puede utilizar cientos o miles de veces más.
Actualmente, el moldeo por inyección es el método preferido para la fabricación con plásticos por su repetibilidad, bajo coste por pieza y tolerancias ajustadas, así como por la gama de propiedades mecánicas disponibles en función del tipo de polímero que se elija para los gránulos. Dado que el molde y la presión de inyección no cambian, las tolerancias son ajustadas y no es difícil obtener una precisión dimensional uniforme. El proceso se automatiza para reducir los costes de mano de obra y el tiempo necesario para completar cada ciclo es corto, así que los fabricantes pueden utilizar las máquinas con una eficiencia óptima. La única gran inversión es la del mismo troquel o molde maestro.
Aplicaciones
Aunque la impresión 3D está firmemente establecida como uno de los recursos de los fabricantes para la creación de prototipos, su adopción para piezas de uso final todavía está creciendo.
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