Externalización vs. internalización: ¿cuándo tiene sentido realizar la impresión 3D SLS en la propia empresa?

Un informe de 2021 de la empresa de servicios Sculpteo reveló que más del 75 % de los fabricantes utilizan actualmente la tecnología de sinterizado selectivo por láser (SLS) para una amplia variedad de aplicaciones. Las cifras señalan el hecho de que los fabricantes no son los primeros en adoptar la impresión 3D basada en el polvo, sino la inmensa mayoría. Con tantas empresas que ya confían en las piezas de SLS en distintas fases de su proceso de desarrollo y fabricación de productos, la cuestión no es si se usarán las impresoras SLS ni cómo, sino si resulta rentable incorporarlas a la empresa en lugar de encargar las piezas a un proveedor de servicios externo.

Por tanto, traer una impresora 3D SLS a la empresa no consiste en adoptar una nueva tecnología: es una forma de tener más control sobre tus medios de prototipado y producción, y de ahorrar tiempo y dinero usando una tecnología con la que la organización ya está familiarizada. Aunque la impresión 3D SLS solía ser excesivamente cara y compleja, el argumento comercial y la rentabilidad de la inversión positiva se volvieron drásticamente más viables con la llegada de las impresoras 3D de la serie Fuse, las primeras impresoras 3D SLS que pueden ofrecer piezas de calidad industrial a un precio asequible y con un tamaño accesible.

El sinterizado selectivo por láser (SLS) se refiere a un proceso de fabricación aditiva en el que un láser sinteriza una fina capa de polvo sobre otra, construyendo una pieza en vertical dentro de una cámara de impresión.